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Mostrando entradas de 2015

Tu rostro a la luz de las antorchas

Tu rostro a la luz de las antorchas, ilumina el camino hacia un nuevo porvenir, hacia el despertar en renovado amanecer lleno de esperanza. Tu rostro a la luz de las antorchas refleja los sueños compartidos por un pueblo, que se canso de aguantar las embestidas de la corrupción e impunidad propiciadas por un grupo "elitista" indiferente a las necesidades y sufrimiento de un pueblo noble. Tu rostro a la luz de las antorchas, irradia la unidad de los indignados, por las muertes de seres inocentes que intentando encontrar salud, se encontraron con desesperanza, negligencia, frialdad, abandono y medicinas adulteradas que los llevaron a la tumba. Tu rostro a la luz de las antorchas, emana la fuerza y el coraje de una población que no se rinde, que no la engañan medios de comunicación vendidos, y que seguirá luchando mientras la luz brille en el alma de este pueblo. Tu rostro a la luz de las antorchas, denota el clamor de un pueblo que exige justicia

Instalar GNU/Linux desde Una USB booteable

Para instalar GNU/ Linux desde una usb booteable es necesario lo siguiente: Descargar la ISO de la distro a instalar. Descargar UnetBootin  para el sistema operativo actual. Ejecutar UnetBootin (No necesita instalación) Seleccionar la opción Disco Imagen. Elegir como fuente la imagen ISO Elegir como destino la unidad USB Aceptar y esperar a que termine (puede tardar unos minutos) Reiniciar la computadora, configurar el BIOS para que arranque desde el USB. Siguiendo estos pasos ya podremos iniciar la instalación de la distro que hayamos seleccionado.

Devío a La Esperanza

Crecí, en un lugar muy cerca al desvío a La Esperanza. A los cipotes y cipotas de la casa y a mí nos prohibían ir al desvió de La Esperanza, por el peligro que esté representaba. ¡Te puede llevar un robachicos! decía mi abuelita. Crecí con el café con pan por las mañanas, o café con rosquillas cuando había abundancia. Entre las pozas, los caballitos del diablo y las sardinas de un rio que desconozco el nombre y entre matorrales y las milpas de Don Isidro, el solar de la casa de mi abuelita donde había un sendo palo de mango del cual mi hermano mayor había hecho su fortaleza y muchos guayabos que se convertían en naves espaciales o aviones según quien los piloteara, huerta por aquí y por allá y unos cuantos palitos de café, cuyas raíces servían para cimientos de grandes ciudades en miniatura, que tenían calles construidas con la tapadera de casete de música, construcciones de basura con "forma"(piezas de plástico) y piedras. Las carretas de bueyes de don Ism